Les quitaron la vida, una vida llena de ganas de transformar la realidad, una vida que se motivaba por los sueños de un mañana mejor, en plena adolescencia, esos chicos fueron asesinados, un 16 de septiembre alla hace 34 años, pero esa lucha, esa vida tiene proyección en lo que hoy tenemos. Solo depende de nosotros, de que la memoria nos movilice los pies, de que nuestros corazones entiendan que no hay nada mas importante en la vida que rendirle honor diariamente, luchando por esas utopías.
Ellos, esos chicos y chicas de menores de 18 años militaban por una sociedad más justa y aun se siguen escuchando en las calles de la plata, en cada una de sus diagonales ese estribillo que significaba mucho mas de lo que decía: “Tomala vos/ dámela a mí/ es el boleto estudiantil.”
De nosotros depende que esas vidas, esa lucha siga adelante, de nosotros depende que los lapices sigan escribiendo
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